¿Estás pensando en hacer cambios en tu alimentación para mejorar tu calidad de vida y reducir el riesgo de patologías asociadas a la dieta? En ese caso, estás en el lugar indicado. Aunque existen muchas recomendaciones posibles, estos 5 consejos para una alimentación saludable que comparto contigo te permitirán dar el primer paso hacia la transformación de tus hábitos.
¡Vamos allá!
5 consejos para una alimentación saludable
Si quieres mantenerte sano y potenciar tu bienestar personal, es importante que sigas los siguientes consejos para una alimentación saludable. Te ayudarán a cuidarte y a modificar tu estilo de vida por completo.
1. Buscar asesoramiento de un dietista-nutricionista
Aunque creas que es algo bastante obvio, puede que sea la decisión más importante a tomar en cuanto a tu salud a medio-largo plazo. El hecho de adaptar las pautas a tus gustos, centrarse en los objetivos relevantes y hacerlo al ritmo que te sea más cómodo en consulta puede ser la mejor opción para no perder tiempo y sufrir complicaciones innecesarias.
Además, te ahorrarás dinero en la compra, lo que provocará que en unos meses hayas rentabilizado el coste de las consultas. Siempre que puedas permitírtelo, no lo veas como un gasto, sino como una inversión.
2. Tratar de hacer las ingestas en casa
No tienen por qué ser el 100% de las comidas, pero piensa que cuanto mayor sea el porcentaje, mayor será la capacidad de cambio en tu dieta. ¿Sabes por qué?
- Tendrás la posibilidad de adaptar las recetas a tus gustos personales. Esto te ayudará a disfrutar de lo que comes y a mantener unos buenos hábitos alimenticios.
- Reducirás significativamente el gasto en comida. Una gran oportunidad para optimizar tu presupuesto, pudiendo comprar productos sanos, nutritivos y de calidad.
- No dependerás exclusivamente de las opciones disponibles en lugares externos. Así, tendrás un mayor control sobre lo que consumes, lo que te permitirá cuidar más tu dieta a medio y largo plazo.
¿Y si no te queda más remedio que comer fuera de casa? En consulta siempre se adaptan las pautas nutricionales para las comidas en casa o fuera de ella, asegurando que afiances tus objetivos de salud y bienestar.
3. Animar a los demás convivientes o amigos
Hacer cambios de forma colectiva puede facilitar la introducción de hábitos alimenticios saludables en la dieta, pero también su mantenimiento a largo plazo. Compartir este proceso con tu círculo cercano (amigos, familiares…) no solo enriquece la experiencia, sino que también promueve cambios positivos tanto en su salud como en la tuya.
Además, es común que estas modificaciones en la alimentación vayan acompañadas de mejoras en otros aspectos del estilo de vida, como iniciar un programa de ejercicio, dejar de fumar o reducir el consumo de alcohol, lo que multiplica los beneficios para la salud en general.
4. Aumentar el consumo de fuentes de origen vegetal
Incorporar opciones de recetas en las que haya más presencia de vegetales integrales es un buen primer punto sobre el que empezar a hacer algunos cambios iniciales. Así, tienes la posibilidad de incluir en tus menús verduras, hortalizas, cereales integrales, legumbres, etc.
Según el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF) existen pruebas sólidas de que el consumo de cereales integrales protege contra el cáncer colorrectal, y de que el consumo de alimentos que contienen fibra protege contra el cáncer colorrectal y contra el aumento de peso, el sobrepeso y la obesidad.
5. Limitar el consumo de carnes rojas y evitar carnes procesadas
¿Otro de los consejos para una alimentación saludable? Reducir la ingesta de carnes rojas y evitar las carnes procesadas. Ten en cuenta que no necesitamos incorporar carne en la dieta, ni siquiera para aumentar el consumo de hierro. Podemos cubrir perfectamente esta necesidad con otros alimentos que son más saludables.
El IARC (International Agency for Research on Cancer), organismo perteneciente a la OMS, afirma en su monográfico que existe evidencia limitada en humanos de la carcinogenicidad del consumo de carne roja, que se han observado asociaciones positivas entre consumo de carne roja y los cánceres de colorrectal, de páncreas y de próstata y que el consumo de carne roja es probablemente cancerígeno para el ser humano.
Respecto a la carne procesada (embutidos, fiambres, etc.) señala que existen pruebas suficientes en humanos de la carcinogenicidad del consumo de carne procesada, que su ingesta causa cáncer colorrectal y que se han observado asociaciones positivas entre el consumo de carne procesada y el cáncer de estómago.
Como puntualización, indicar que cuando hablamos de causalidad estamos hablando de aumento de probabilidad de padecer cáncer por el consumo de ese alimento comparado con no consumirlo. En ningún caso se trata de una relación dicotómica donde se desarrolla cáncer al comer carne y se evita al no consumirla.
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Referencias bibliográficas
- Cancer Prevention Recommendations. Recuperado 7 de julio de 2024, de World Cancer Research Fund International website: URL
- Red Meat and Processed Meat IARC Monographs on the Evaluation of Carcinogenic Risks to Humans Volume 114. (2018). Recuperado 7 de julio de 2022, de International Agency for Research on Cancer website: URL